30DIC 2020
¿Qué es la Divina Providencia?


“Providencia” viene del verbo latino “providére” que significa “proveer”. Dios creó el universo y todo lo que hay en él.  Pero también lo preserva, lo mantiene y lo gobierna. 

 

Esta atención amorosa de Dios y el gobierno y la dirección que Dios ejerce en el universo es lo que se denomina “Divina Providencia”.   Y, sin que aparezca con ese nombre en la Biblia, hay citas que la describen: “¿Cómo podría durar una cosa que Tú no quisieras?  ¿Qué podría subsistir si Tú no lo hubieras llamado?” (Sab.  11, 25). “El, cuya palabra es poderosa, mantiene el universo” (Hb. 1, 3b).

Por el mismo poder por el cual creó el universo, Dios hace también que éste continúe, que continúe como El desea y hasta que El lo desee.

Aunque los seres humanos no nos demos cuenta, y aunque a veces podamos experimentar perplejidad antes los designios de Dios,  El en su Sabiduría y Bondad infinitas, cuida de todas las cosas, las ordena y las dirige hacia el fin para el cual las creó.

El Catecismo de la Iglesia Católica en su número 303 dice: “El testimonio de la Escritura es unánime: la solicitud de la divina providencia es concreta e inmediata; tiene cuidado de todo, de las cosas más pequeñas hasta los grandes acontecimientos del mundo y de la historia.  Las sagradas Escrituras afirman con fuerza la soberanía absoluta de Dios en el curso de los acontecimientos:  ‘Nuestro Dios en los cielos y en la tierra, todo cuanto le place lo realiza’ (Sal 115, 3); y de Cristo se dice: ‘Si Él abre, nadie puede cerrar; si Él cierra, nadie puede abrir’ (Ap 3, 7);  ‘hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Dios se realiza’ (Pr 19, 21)”.

Para resumir cómo funciona la Divina Providencia, he aquí la solemne declaración dogmática del Concilio Vaticano I: “Todo lo que Dios creó, lo conserva y gobierna con su Providencia, alcanzando de un confín a otro poderosamente y disponiéndolo todo sabiamente (cf. Sb. 8, 1). Porque “todo está desnudo y patente ante sus ojos” (Hb. 4, 13), aún lo que ha de acontecer por libre acción de las criaturas” (Denz. 1784).

Muchos católicos-cristianos cada primer día del año invocamos a la Divina Providencia, así como cada día 1 de cada mes por la casa, vestido y sustento. Este acto también puede acompañar el encendido de una veladora a la Divina Providencia, esto una forma de dar gracias a Dios por las bendiciones en el hogar.

 

Oración a la Divina Providencia

¡Oh Divina Providencia!

¡Concédeme Tu clemencia y Tu infinita bondad!

Arrodillado a Tus plantas

a Ti caridad portento.

Te pido para los míos:

casa, vestido y sustento.

Concédeles salud y

llévalos por el buen camino

y que sea siempre la virtud

la que los guíe en su destino.

Tú eres toda mi esperanza.

Tú eres el consuelo mío,

en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío.

Tu Divina Providencia se extienda en cada momento,

para que nunca nos falte:

casa, vestido y sustento,

ni los santos Sacramentos en el último momento.

Amén.